Capítulo 12.
—Shot, shot, shot, shot, shot —se escuchaban los viroteos de todos los presentes dirigidos hacia el omega que tenía un vaso repleto de alguna bebida extraña de alcohol color verde.
Era un día festivo como cualquiera, Jimin y Jungkook se encontraban en un bar con un montón de personas extrañas.
—No puedo, no puedo, lo siento —hizo una mueca de asco alejándose el vaso de la boca.
—¡Yo si puedo! —exclamó un alfa pelirrojo cerca de donde estaban.
—¡Aquí vamos! —dijo en un grito Jungkook tomando en su mano el vaso que dejó Jimin para pasarlo a los demás y que el alfa lo tomase.
—Lee, Lee, Lee, Lee —comenzaron a aclamar al alfa cuando ya tuvo el vaso en su mano y lo comenzó a beber hasta el fondo pero todos se quedaron estupefactos cuando se desmayó y su cuerpo cayó al suelo.
Jimin vio todo sorprendido, pero lo que le sorprendió más fue ver a su hermana junto con su otro hermano y el prometido de éste.
—¿Taehyung? —lo llamó Jimin para ver si no se había equivocado
—Ay, mierda, no es cierto —dijo el alfa—. Hola, ¿cómo estás? —preguntó dirigiendose al ojiverde.
Jimin abrió la boca indignado.
—Hola —respondió Jungkook con una sonrisa.
—Espera, ¿ustedes se conocen? —preguntó sorprendido el castaño.
—Espera, ¿ustedes dos se conocen? —señaló a Jimin y a Taehyung con duda en su rostro.
—Si, él es mi hermano mayor —respondió.
—Es que Jungkook lleva dándome clases de golf por casi más de un año —explicó el alfa.
—¿Juegas golf? —preguntó Yoongi, el omega de Taehyung.
—Desde que me conoces nada más —respondió—. Jungkook, te presento a mi prometido, Yoongi —presentó con una enorme sonrisa dejando un suave beso en la coronilla del omega.
—Un gusto —estrechó la mano del omega.
—Y mi hermana, Eunha y su alfa invisible Jinyoung —presentó con una sonrisa a su hermana.
—Hola —dijo emocionada Eunha saludando al alfa que estaba con Jimin.
—¿Dónde está Jinyoung? —inquirió el menor.
—Oh, ella aún no confía en las niñeras, le digo que está bien, a los 9 ya marcas al 911 —explicó. El rizado la miró raro—. No es cierto —rió—. Pero desde los 6 puedes marcar —dijo con su rostro serio.
—Ignora a mi hermana, tiene 4 hijos —le susurró a Jungkook.
—Ay, Dios, tengo 4 hijos, cierto —dijo con una mueca de asombro.
—Necesitas un trago —Jungkook puso su mano sobre el hombro de la omega quien lo miraba con una enorme sonrisa asintiendo.
—Muchos —aceptó.
—Esto es trabajo para dos alfas —dijo el hermano de Jimin yendo a buscar bebidas para los omegas junto a Jungkook.
—¿Es el del centro comercial? —preguntó sorprendida en tono bajo para que el omega la escuchara.
—Si —asintió Jimin.
—Porque es lindo —dijo emocionada.
—¿En serio? —preguntó en tono más chillón con una mueca y su ceño fruncido.
—Espera, ¿son una especie de amigos con beneficios? —preguntó curiosa.
—No —negó—. No hay beneficios, apenas y somos amigos, nunca hablamos, es solo para las fiestas —resumió.
—¿Y cuál es el punto de todo eso? —alzó una ceja.
—¡El punto es que estoy aquí acompañado! —contestó con un grito de emoción fingido—. Me estoy divirtiendo y no me estás paseando por el bar y forzandome a dar mi número a cualquier alfa con cromosoma "Y" —dijo feliz.
—Hablando de eso, si recibes un mensaje extraño su nombre es Jinseo, es el de seguridad —Jimin la miró serio pero comenzó a reír junto a ella.
✧✦✧
El día de Chuseok había llegado, estaban reunidos en la casa de la familia de Jimin cómo hacían todos los años y esta vez Jimin iba acompañado por Jungkook nuevamente.
Los niños estaban por todo el patio jugando y corriendo entre gritos y risas.
—En honor a este día, Jungkook tomará el primer bocado de este —dijo el omega llevando un dulce a los labios del alfa.
—No, han hecho experimentos con esas cosas y no se descomponen ni en 10 años al sol —explicó rápido apartando la mano del omega de su rostro.
—¿En serio? —miró el dulce con su entrecejo fruncido. El alfa asintió en respuesta—. Es como anti arrugas —dijo llevándose la mitad del dulce a la boca para comerlo.
Jungkook lo miró con asco.
—¡Hola a todos! —saludó la tía de Jimin, Sohee—. Él es Jongsuk —presentó al alfa que venía con ella.
—Creo que no fueron los únicos en llegar tarde —dijo el omega dejando de comer al ver a alguien entrando.
—Oh, ¡Chanyeol! —exclamó al alfa que recién llegaba—. Me alegra que hayas podido venir —dijo feliz.
—Lamento llegar tarde, es que estaba atendiendo a los niños del pabellón de oncología infantil —dijo haciendo un saludo con su mano.
—¿Recuerdas a mi hijo Jimin? —preguntó la madre de este.
—Si, por supuesto —respondió acercándose a dónde se encontraba sentado el omega castaño—. Eres más bonito en persona —halagó el alfa de cabello azabache tendiendole la mano.
—Oh, gracias —respondió Jimin aceptando el saludo.
—Hola, yo soy Jungkook, es un placer —saludó el alfa apretando de más la mano del otro alfa—. Me gusta tu traje —dijo con una falsa sonrisa.
—Lo siento, Chanyeol, no sabíamos que Jimin iba a traer un invitado —dijo con una sonrisa tensa mirando mal a su hijo.
—¿En serio? Porque yo explícitamente dije que traería un invitado —le respondió a su madre.
—¿Qué estás haciendo? —formuló con sus labios tratando de que el alfa no la escuchara.
Jimin la miró mal.
—Iré a saludar a los niños —se excusó Chanyeol.
—¿Viste lo que hiciste? Ahora piensa que no estás interesado —regañó.
—No estoy interesado —rodó los ojos—. No puedo creer que trates de elegir mi pareja —se quejó.
—Ashg, es porque me importa tu futuro —contestó—. Quiero que encuentres a alguien con potencial real —dijo mirando a Jungkook—. No esta mierda de parejas para las festividades como tu tía —resongó.
—Parece que ella se está divirtiendo —se encogió de hombros.
—Va a morir sola en una silla de ruedas con un pañal —dijo mirando a su hermana Sohee—. ¿Eso es lo que quieres? —volteó a ver a Jimin y lo miró acusadoramente.
—¿Tendría a un enfermero? —se mofó el omega de su madre.
Jungkook que estaba bebiendo de una botella de cerveza casi la escupe por la gracia que le causó la respuesta del omega.
Su madre se paró molesta de la mesa y se fue al interior de la casa.
Jimin la ignoró y decidió terminar de comer.
Cuando él y Jungkook terminaron su comida, se dirigieron a la casa de muñecas en la que Jennie los había invitado a tomar el té con ella.
—Y Jennie, dime cómo van las cosas con Taehyun, el rey del jugo de caja —preguntó divertido y curioso Jimin a la niña de 9 años.
—Terminamos —respondió simple la niña.
—Oh, lamento escuchar eso —hizo una mueca.
—Está bien, él no estaba listo para una relación, necesito a alguien que piense primero en mi —se encogió de hombros—. Debo irme —dejó su taza de té sobre la pequeña mesa y se levantó para salir de la casita.
Jimin la miró sorprendido.
—Wow, está en muy buena condición —dijo mirando hacia la dirección en la que se fue la pequeña niña rubia.
—¿Sabes? El médico parece bueno, tal vez deberías intentarlo —señaló al alfa que estaba jugando con los demás cachorros.
—¿En serio? —preguntó confundido.
—Tiene cabello lindo, médico —dijo con emoción lo último. El omega solo rió bajito por las muecas de Jungkook—. Obviamente es bueno con los niños, el sueño de todo omega, ¿no? —dijo con el ceño fruncido volteando a ver a Jimin quién ya se encontraba viendo al otro alfa.
—No lo sé, ¿tal vez? —contestó con su mirada gacha dejando escapar un suspiro—. Además, no estoy listo —concluyó.
—¿Cuánto ha pasado? ¿Casi un año? —preguntó viendo fijamente al omega.
—¿Y? Los omegas lo procesamos de otra forma, necesito tiempo —explicó—. Ustedes nos dejan y luego lo olvidan —hizo una mueca de desagrado.
—Oye, los omegas pueden ser igual de crueles, créeme, conozco muchos alfas a los que les rompió el corazón un omega que fingía amarlos —dijo con burla lo último—. Que sus amigos le agradan y que le gustaban sus pasatiempos como el criquet y el backgammon y fingía tanto que empezaron a explorar puertas sexuales que nunca habían experimentado antes, y un día llegas y lo encuentras con otro alfa en la cama —dijo el alfa con leve resentimiento tiñendo su tono de voz.
—De acuerdo, ambos son una mierda —acordó—. Pero entonces, ¿de qué tipo de puertas sexuales estamos hablando? —preguntó curioso con una sonrisa ladina.
—¿En serio? —lo miró el alfa.
—¿Qué? Tú lo dijiste, soy curioso —dijo divertido—. ¿Estamos hablando cómo... por la puerta trasera? —susurró lo último.
El alfa solo negó con la cabeza tratando de no reír por las preguntas del omega.
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